13 de noviembre de 2014

La UCEDE contra las políticas mercantilistas

Por Elena Valero Narváez (*)
Noviembre 2014



Hacia fines del siglo XVIII, la política económica mercantilista puesta en vigor por la burocracia administrativa en interés del Estado nacional perdió aceptación. Al principio los comerciantes -de dónde tomó el nombre- los fabricantes que empezaban a surgir y los protocapitalistas se asociaron de buen grado al ESTADO. Cómo sucede en la actualidad -gobierno kirchnerita- les gustaba la protección contra la competencia extranjera, los subsidios a las exportaciones y a las empresas que surgían.

El monopolio que amparaba el gobierno y la ayuda para romper las trabas locales impuestas al comercio les alegraba la vida. Pero, como sucede siempre con ésta política, pasa un tiempito y las normas mercantilistas cada vez más opresivas sumadas a las ordenanzas de los gremios ahogaron la iniciativa y la creación del hombre de negocios que quería tener una oportunidad de sobresalir. Las normas cada vez más detalladas no permitía tener ganancias comerciales que implicaban exportación de monedas o lingotes. Además los intereses agropecuarios se vieron seriamente perjudicados por la política que favorecía la manufactura y el comercio autoritariamente.

Vino así la doctrina económica que exteriorizó tan bien Adam Smith (Wealth of Nations), fue publicada el mismo día de la Declaración de Independencia). Sostenía que la riqueza de una Nación no era la suma de de reservas e oro y plata sino que era la suma de las riquezas de cada ciudadano.

Cada individuo era quien mejor conocía la forma de incrementar su propia riqueza. Antes Quesnay, North, Hume y otros como los mercantilistas ingleses, menos rígidos que los del continente
expresaron estas ideas que reemplazaron el poderío nacional por la riqueza individual como objetivo de la política nacional. Esta nueva concepción económica fue conocida en Europa con el nombre de ILUSTRACION y tuvo como base los descubrimientos científicos del siglo precedente (XVII).

La UCEDE, el partido liberal de la Argentina quiere que se vuelva al rumbo que defendieron Adam Smith, Hume, Hayeck y Mises, entre otros liberales.



(*) Elena Valero Narváez.
Analista política, periodista e historiadora.



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