13 de octubre de 2014

Álvaro Alsogaray - Discursos - Bancos - Estatuto del Bancario (1984)



(Viene de aquí)

BANCOS – ESTATUTO DEL BANCARIO
Reunión 17ª – 26 de julio de 1984

Sr. Alsogaray .- Señor presidente: El tratamiento sobre tablas de este proyecto altera las normas fijadas por la Comisión de Labor Parlamentaria, pero como de costumbre no haremos cuestión de formalismos y, por supuesto, estamos dispuestos a considerar el tema.

Sr. Presidente (Pugliese).- Se ha cumplido con lo que dispone el reglamento.

Sr. Alsogaray.- Si, pero no con lo que habíamos acordado en la Comisión Parlamentaria.

Hemos recibido el proyecto hace pocos minutos; por lo tanto no vamos a entrar a discutirlo, porque no se puede opinar cuando apenas lo hemos leído. Tenemos sin embargo observaciones que hacer a los proyectos originales, y cómo éstos están en cierta medida reflejados en este proyecto pido la inclusión en el Diario de Sesiones de aquellas observaciones publicadas en el suplemento del Orden del Día N° 186.

Pero quiero hacer dos acotaciones adicionales: leyes como éstas, inspiradas con determinados criterios sociales, son seguramente inútiles. Las economías sociales de mercado las tienen incorporadas. Países como Alemania, por ejemplo, donde esta economía funciona razonablemente bien, tienen sindicatos que ocupan posiciones de avanzada habiendo ya desarrollado iniciativas como ésta. Lo que nos preocupa es que estas leyes realmente se puedan cumplir, pues de lo contrario se transforman en simples trozos de papel, porque cuando las condiciones de la economía no lo permitan, cualquiera sea el voluntarismo que se ponga detrás, no puede ejecutarse lo que los Parlamentos determinan.

Yo he tenido una experiencia sobre este tema, porque como todos saben, fui Ministro de Economía y de Trabajo de un gobierno constitucional, desde mediados de 1959 hasta marzo de 1961; y justamente me hice cargo del ministerio después de la huelga bancaria de 1959, que aquí ha sido citada.

Durante ese periodo tuvimos la suerte y oportunidad de desarrollar la economía argentina. En aquel momento contamos con una economía fuerte y estable. La estabilidad a que nos estamos refiriendo aquí para el personal bancario existió para todas las actividades del país, especialmente –repito- en la moneda. El dólar se cotizaba a 83 pesos totalmente libre, sin “mercados negros”, sin controles, y durante tres años se mantuvo ese valor. De paso, para preocupación de los argentinos quiero decir que hoy es un día especial porque el dólar se estuvo cotizando también esta mañana a 83 pesos, pero con una diferencia de seis ceros con respecto de aquella época. Estas cifras son todo un símbolo de la decadencia argentina desde entonces hasta la fecha.

En aquel momento, con la instalación de fábricas, con el aumento de puestos de trabajo, no tuvimos desocupación ni control alguno sobre los salarios. Las convencionales colectivas de trabajo funcionaron siempre y los salarios se establecieron por acuerdo entre partes, dentro de una economía en expansión. Ahí sí se podían dictar leyes de este tipo. Ojalá que ahora ocurra lo mismo. Temo que no será así porque hoy mismo los trabajadores bancarios están en huelga, y lo que ahora van a conseguir dentro de un mes ya no les servirá más porque habrán perdido el 20 por ciento de ese aumento y tendrán que reclamar otros.

Sr. Alsogaray.- Señor presidente: no he referido a la Comisión de Legislación del Trabajo sino a la Comisión de Labor Parlamentaria. Creo que eso fue lo que dije. Sucede que nuestro bloque tiene solo dos diputados y son muchas las comisiones. El año que viene, cuando seamos muchos diputados más, podremos asistir a las reuniones de todas las comisiones.

Manifestaciones en las galerías

Sr. Stolkiner.- Hay que pasar en invierno señor diputado. (Risas.)

Sr. Alsogaray.- Efectivamente es así, pero esta vez la responsabilidad la tienen ustedes y no yo. (Risas.)

De todas formas, les reitero que el mes que viene tendrán que reclamar nuevamente.

Pero quiero hacer otra reflexión: si esto puede funcionar, ¿no estaremos cometiendo una injusticia con el resto de los trabajadores del país? ¿Por qué no darles a todos un estatuto parecido? Somos muchos diputados; tomemos dos gremios cada uno de nosotros, elaboremos un estatuto similar para cada uno de ellos, y rápidamente traigámoslos aquí. En noventa días sancionamos todos esos estatutos, y podremos vivir en paz. De manera que me ofrezco a tomar dos gremios. Ustedes hagan lo mismo señores diputados.





Transcripto del original en papel por Claudia Bonzo, corregido por Pablo Parenti

Nota: Es nuestra intención transcribir el libro completo, material que iremos subiendo a medida que este listo. Una vez terminado el trabajo se armara el (PDF) para su descarga. Siendo este libro edición del Congreso de la Nación y no habiendo en sus páginas nota que indique lo contrario, creemos de buena fe que podemos hacerlo sin infringir ley de propiedad intelectual alguna.

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