19 de septiembre de 2014

Economía social de mercado en Alemania

Puerta de Brandenburgo, Berlín (Alemania).

La economía social de mercado es un modelo económico adoptado por Alemania a finales de la década de 1940 y que le permitió convertirse en una de las principales potencias económicas del mundo. Por lo tanto ha sido considerado por los países en vías de desarrollo como una opción diferente, con lecciones interesantes, frente a otros modelos económicos de mercado como el estadounidense, el japonés, el irlandés, el taiwanés y el singapurense.

Durante el siglo XX, Alemania fue uno de los principales puntos en los que se centró la atención mundial por razones muy diversas. Protagonizó dos guerras mundiales que significaron la destrucción de gran parte del país y el mismo fue dividido por potencias mundiales que mantenían una guerra ideológica. A pesar de los eventos mencionados anteriormente, la República Federal de Alemania logró un crecimiento económico exponencial que la ubicó entre los países más ricos del planeta. Actualmente, la Alemania unificada es una de las economías más fuertes de Europa. Esto se debe en gran parte al modelo económico adoptado por los alemanes después de la Segunda Guerra Mundial, llamado "economía social de mercado", y en el cual se han basado para impulsar el desarrollo del país hasta el siglo XXI.

Breve contextualización histórica

A finales de la década de 1930, en la Universidad de Freiburg, Walter Eucken, Alfred Müller-Armack, Franz Böhm, Hans Großmann-Doerth y Ludwig Erhard divulgaron una serie de publicaciones titulada "Orden y la Economía", a la misma se le reconoce como la responsable del nacimiento de la "Escuela de Friburgo". Los académicos mencionados anteriormente no solo discutieron las reglas de una economía basada en la libertad individual, sino que también formaron parte de la oposición intelectual al régimen Nazi. Al finalizar la guerra varios de ellos ocuparon puestos en el gobierno de la República Federal Alemana. El más prominente fue Ludwig Erhard, quien se encargó de implementar varias reformas económicas que permitieron la estabilización de la moneda para finales de 1948. Ese momento es el que conoce como el inicio de la economía social de mercado.

En 1949 se sanciona una nueva Constitución Política. Esto tiene como consecuencia la realización del proceso electoral que elige como primer canciller federal a Konrad Adenauer, y Ludwig Erhard es designado ministro de economía. La administración que encabezaron ambos enfrentó una dura oposición por parte del SPD (Partido Socialdemócrata), que promovía la planificación de la economía y el control estatal del aparato productivo. A pesar de las críticas, Erhard se mantuvo fiel al modelo y recibió todo el respaldo de Adenauer. Esto significó más de una década de sostenido crecimiento de la economía alemana, en la que incluso se alcanzó el pleno empleo y "Made in Germany" se convirtió en un sello de calidad.

Principios de la economía social de mercado

La combinación de la libertad personal con la equidad social, para crear y asegurar el bienestar de todos, es la base principal de la economía social de mercado. Además, una de sus principales características es la capacidad de adaptación a las diversas circunstancias que se presentan, por lo tanto es un modelo abierto que se renueva con los cambios económicos y sociales Sin embargo, existen ciertos principios económicos constitutivos que cimientan la actividad económica en el marco de la economía social de mercado:
  • Funcionamiento óptimo del sistema de precios en los mercados de bienes, servicios y capitales.
  • La preservación de la estabilidad de la moneda mediante una política monetaria eficaz y eficiente. 
  • Libertad de acceso a los mercados.
  • Propiedad privada de los medios de producción.
  • Responsabilidad plena de los propietarios de los medios de producción.
  • Libertad contractual.
  • La constancia de la política económica, conservada gracias a que se han mantenido principios reguladores como el control adecuado de los monopolios y la corrección de la distribución de ingresos que determina el mercado.
Los principios anteriores tienen como consecuencia que la economía alemana permita la libre empresa como parte de la libertad intrínseca del ser humano y además interviene en beneficio de los sectores económicos menos favorecidos para lograr un bienestar social generalizado.

Ordnungspolitik

Un concepto que va de la mano con la economía social de mercado es el de Ordnungspolitik, que no posee traducción literal al español, y se refiere al orden como un eje transversal dentro de la política económica. Este garantiza la competencia y la libertad del individuo en la economía de mercado.

El objetivo de esta "política del orden" es trazar una clara línea entre la esfera estatal y la privada en la economía. El Estado provee el marco general de trabajo, es decir las reglas del juego, y solamente interviene cuando un mercado no funciona de manera apropiada, ya sea mediante regulaciones o por actividades económicas propias.

Mediante la Ordnungspolitik se busca equilibrar las políticas sociales y de redistribución del Estado con los actores del mercado para que ninguno de los dos debilite el mercado.

Transferencia de la economía social de mercado a los países en desarrollo

La economía alemana y su éxito surgen en un contexto histórico y social particulares, por lo tanto no se puede transferir completamente este modelo a ningún otro país. Sin embargo se pueden adoptar algunas de los preceptos básicos que han guiado a la economía social de mercado desde su puesta en marcha y hasta la actualidad.

Las condiciones específicas de Alemania que han se pueden adscribir en dos ámbitos:
  • En el ámbito del sistema político, Alemania tuvo la posibilidad histórica de un nuevo comienzo debido a la Segunda Guerra Mundial. La construcción del Estado y la economía en su Ley Fundamental quedaron sometidas a la aprobación de los Aliados (Estados Unidos y el Reino Unido) para evitar un estado unitario fuerte. Por lo tanto fueron los Aliados quienes fijaron un marco político para la reorganización del país. La élite política alemana de la posguerra tomó conciencia de su misión y en respuesta a esta situación se instituyó una República Federal, en la que el Estado central es relativamente débil frente a los Estados provinciales, denominados Länder, y los municipios. El poder de los Länder se debe a la existencia de una segunda cámara parlamentaria llamada Bundesrat, que se encuentra conformada por representantes de los Länder y su función es aprobar o rechazar cualquier proyecto de ley que afecte a los Estados provinciales. Por lo tanto el poder político en Alemania se encuentra descentralizado, lo que provoca que se necesite de un mayor consenso social y político para realizar cambios que comprometan la estructura económica. Prosiguiendo el ámbito del marco político, pero en el sector económico, se le otorgó al Banco Central o Deutsche Bundesbank amplia independencia del gobierno central para impedir que la política monetaria fuera vulnerable a variaciones políticas pasajeras. Además, por instrucciones de las fuerzas aliadas de ocupación, se propició un régimen de competencia efectivo en el que se desbarataron los grandes cárteles industriales.
  • El segundo ámbito es el cultural. A través de la historia europea las sociedades del centro y del oeste del continente siempre se han mostrado inclinadas a privilegiar el potencial económico, a preservar y desarrollar la existencia material. Esta forma de pensamiento ha sido adoptada por Estados Unidos y algunos países asiáticos. Pero el contraste se da con naciones del sur, norte y este de Europa, en las que no se desdeñó lo económico pero se dio una mayor importancia a las relaciones sociales frente al éxito material. Esto se traduce en una importante dedicación de los alemanes hacia su vida laboral, y esta actitud jugó un papel importante en el éxito de la economía social de mercado.

De los ámbitos descritos anteriormente se desprende que la economía social de mercado no se puede implantar en su totalidad en otro país, ya que ésta se ha desarrollado gracias a los procesos políticos y sociales que ha vivido Alemania en la segunda mitad del siglo XX y comienzos del siglo XXI. Una economía exitosa se adapta a la sociedad en la que se desarrolla, explota sus potencialidades y logra que el crecimiento económico beneficie a todos los sectores de la sociedad. 

No obstante, los países en desarrollo pueden adoptar algunos de los conceptos primordiales y lineamientos básicos que caracterizan a la economía social de mercado y que han posibilitado su éxito. Por ejemplo el compromiso por la estabilidad del sistema político, que transfiere confianza en la economía; un nivel elevado de apertura del mercado, acompañado de una estricta vigilancia, para garantizar la competencia dinámica y cooperativa, y el establecimiento de un sistema social que otorga seguridad social a sus ciudadanos y garantiza una vida digna para quienes no pueden participar activamente en la economía.

Fuente: Fundación Konrad Adenauer.

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